Una buena parte de los escritos propagandistas son simple falsificación. Los hechos materiales son suprimidos, las datas, perturbadas y las citas, sacadas de contexto y manipuladas para mudar su significado (George Orwell). Noam Chomsky es, para el New York Times, "seguramente el intelectual vivo más esencial"; para el Chicago Tribune, "el creador vivo más convocado del planeta", y para la Rolling Stone "uno de los más respetados y también influyentes intelectuales del planeta". Chávez proclama su veneración por él en la Organización de la Naciones Unidas. Los "afamados" argumentistas Ben Affleck y Matt Damon alaban su pasquín Fabricando acuerdos en la película El indomesticable Will Hunting. Una busca en Google de su apellido ofrece más o menos 13.400.000 resultados. Para poner esto en perspectiva hay que apuntar que sobre Lenin y Stalin "solo" hay, conforme exactamente el mismo buscador, catorce y quince millones de menciones en Internet, respectivamente. Chomsky afirma considerarse ácrata. No obstante, su supuesta ideología no tiene verdaderamente relevancia ni para él ni para sus seguidores, por eso el hecho de que haya invertido su notable fortuna capitalista de un par de millones de dólares estadounidenses en fondos de inversión a nombre de sus hijos, para eludir los impuestos a la muerte, que oficialmente lamenta, no haya provocado hecatombe alguna entre sus entusiastas. No, el linguista debe su popularidad a sus análisis de política internacional, que dan un barniz supuestamente académico a la religión preferida entre la progresía: el antiamericanismo, con su compañero inseparable, el "antisionismo". Para lograr su estatus de icono izquierdista Chomsky solo ha debido trasladar el prestigio ganado en el campo de la linguística a la política y, en esta nueva ocupación, engañar. Eso sí, con mucha clase. Un académico honrado, incluso cuando parta de ideas preconcebidas, las revisa desde los datos que va encontrando y las altera, o bien no, en dependencia de lo que la realidad le enseñe. Chomsky emplea el procedimiento opuesto. Una parte de unas conclusiones comunes a sus escritos: que E.U. y también Israel son los autores de todo el mal en el planeta, a partir de ellas busca los datos que puedan confirmarlas y desecha el resto. Eso, en el mejor caso. En el peor, sencillamente se los inventa