Las estrategias y los instrumentos de evaluación desde el enfoque formativo cuatro La evaluación de los aprendizajes es una de las labores de mayor dificultad que efectúan los enseñantes, tanto por el proceso que implica como por las consecuencias que tiene producir juicios sobre los logros de aprendizaje de los pupilos. Por tal razón, deseé empezar el prólogo con la cita de Rebeca Anijovich, en tanto que acercarse y ahondar en la evaluación de los aprendizajes solo es posible si se hacen conscientes las emociones que implica, la manera en que se enseña y en la que aprenden los pupilos, los valores implicados, las consecuencias que puede tener respecto de la inclusión y la exclusión y, sobre todo, contestar sinceramente si se confía en la capacidad de aprender de todos los pupilos. Esta reflexión es esencial debido a que en el proceso de la RIEB la evaluación de los aprendizajes de los pupilos de los 3 niveles que integran la educación básica es un factor que está relacionado directamente con la forma en que se desarrolle el currículo en las salas y las escuelas. Tal y como lo establece el Plan de estudios dos mil once, se debe “evaluar para aprender”. actualmente, se insiste en la relevancia de que el propósito de la evaluación en el sala sea prosperar el aprendizaje y desempeño de los pupilos a través de la creación incesante de mejores ocasiones para aprender, desde los resultados que aquéllos consiguen en todas y cada una de las evaluaciones que presentan a lo largo de un ciclo escolar. Significa dejar atrás el papel sancionador y el carácter solamente conclusivo o bien sumativo de la evaluación de aprendizajes, por uno más interesado en conocer por qué razón los pupilos se confunden o bien tienen fallas a fin de que, una vez identificadas las causas, resulte posible asistirlos a superarlas. en esto consiste lo que hemos llamado el enfoque formativo de la evaluación de los aprendizajes. Aparte de lo establecido en el Plan de estudios dos mil once, la oración “evaluar para aprender” remite a la posibilidad de que todos y cada uno de los que participan en el proceso de evaluación aprendan de sus resultados. No solo hace referencia a los pupilos y sus aprendizajes, asimismo se dirige a las educadoras, las maestras y los maestros, quienes con los procesos de evaluación tienen la ocasión de prosperar la enseñanza, al acomodarla a las necesidades de aprendizaje de sus pupilos. en este sentido, la evaluación asimismo es una herramienta para progresar la práctica enseñante. Por lo precedente, se realizó esta serie de materiales de apoyo para los enseñantes titulada Herramientas para la evaluación en Educación Básica, cuyo propósito primordial es invitar a educadoras, maestras y maestros a meditar sobre qué valoran, de qué forma lo hacen y, sobre todo, cuál es el sentido de la evaluación de los aprendizajes, con el objetivo de que esta reflexión sea la base para progresar sus prácticas evaluativas y les deje ser día a día mejores enseñantes. Solo es posible crear cuando se reconoce la forma en que se han efectuado ciertas acciones, y para crear en la evaluación es preciso que cada uno de ellos de nosotros tome como punto de inicio su tradición