Esta obra quizás pretensiosa, imperfecta y también inconclusa es el testimonio de nuestra experiencia durante más de treinta años en el recorrido de la clínica siquiátrica en el Centro de salud Braulio Moyano y está dedicada a los médicos que deseen comenzar su capacitación en la siquiatría clínica. Se va a poder argüir que es una siquiatría clínica manicomial que solo puede observarse en este mágico círculo. Evidentemente, conforme nuestra opinión, las distintas formas clínicas que acá presentamos están por doquier, aun escritas entre líneas en el DSMIVTR; mas, todo está muy confuso. La psicosemiología y la psicopatología se han nivelado cara abajo. Por otro lado, somos concientes del inconveniente de la siquiatría basada en la experiencia contra la patentiza. Como la tendencia es cara esta última, estamos perdidos. Probablemente, ya somos siquiatras del pasado siglo. Nuestro gran profesor, el doctor Juan Carlos Goldar afirmaba que el inconveniente es igual al estudio del cielo y las estrellas. Cuando observamos y no sabemos, todo semeja igual, tal y como si fuera un enorme continuum dimensional. La diferencia entre el sol y un planeta es solo gradual. El día de hoy sabemos que la enorme diversidad de cuerpos celestes del cielo es apabullante, pese al origen común inicial. ¿Qué debe ver Alfa Centauro con nuestra Luna o bien con Venus? Todo es categorial, clasificable, y se precisan maestros y muchos años de observación como los viejos astrónomos babilónicos y alejandrinos. ¿Es posible que existan cuarenta formas clínicas de esquizofrenia? Esta contestación brotó como afirmativa desde la escuela WernickeKleistLeonhard, mas no se pudo mantener en la patentiza. Por otro lado, la neuroimagenología, la neuropsicología y la psicofarmacología acreditan más el modelo dimensional. Mas no es exactamente lo mismo una catatonía manierística que una psicosis surrealista mística o bien una catatonía aguda. Asimismo somos concientes de los factores socioambientales y familiares que inciden en la vulnerabilidad que producen estas enfermedades, mas no pensemos que con la nueva Ley Nacional de Salud Mental todo esto desaparecerá, como creen ciertas aves canoras alumbradas. Todavía falta la contestación de la genética siquiátrica, que se ha tornado seductora mas distante. Va a haber que aguardar. Respecto de la terapéutica, aunque consideramos que la psicofarmacología es esencial, esta ha de estar integrada en un modelo interdisciplinario. Por último, todavía falta la contestación..