Los fallos de las mujeres en el amor – Giorgio Nardone Este libro examina los fallos que acostumbran a cometer las mujeres en sus relaciones de pareja, por ajustarse a un patrón como guion y que le resulta bastante difícil salirse de él, o sea siempre y en todo momento está representando exactamente el mismo guion si bien los actores y la trama sea otra. Ciertas personas acostumbran a atribuir a la mala suerte, al destino en que en su vida siempre y en toda circunstancia se repitan exactamente el mismo género de relaciones y el destino y la fortuna no tiene nada que ver sino más bien es la manera de articular las propias relaciones. El creador apunta que como maestro, terapeuta, amigo, pareja ha podido observar a lo largo de años la excepcional capacidad que tienen las mujeres de complicarse la vida; la forma de qué manera las mujeres prosiguen patrones que interpretan en sus relaciones cariñosas, estos patrones no son modelos patológicos sino más bien estrategias de acción adquirido por medio de la vida y que repite sin tener conciencia de ello; en un comienzo estas estrategias pudieron marchar, mas después se transforman en una forma recia y disfuncional de actuar. El creador ve que estos guiones pueden hallar su contraparte en mitos históricos y literarios; la exposición de estos guiones dejará a las mujeres no solo entender sino más bien asimismo actuar frente a las trampas que tan bien sabe tramar en sus relaciones y en las que entonces acaban atrapadas. El creador pone este dicho de Epicteto «Acusar a el resto delas desgracias propias es la vía de la ignorancia; acusarse a sí mismo significa iniciar aentender; dejar de acusar a el resto y a uno mismo es la vía de la sabiduría», con lo cuál invita a aceptar la propia dosis de responsabilidad en el enfrentamiento. A quien padece en una relación sentimental le cuesta digerir este término. No obstante, la mayor parte de las veces, aun en casos de resonante infidelidad, puede observarse una complementariedad entre los 2 elementos de la pareja, origen de semejante comportamiento indecoroso y si bien en una relación sentimental las responsabilidades no se distribuyan por igual, siempre y en toda circunstancia hay una interacción complementaria. Las víctimas crean sus verdugos del mismo modo que los déspotas crean a sus sometidos en un juego de relaciones tipo síndrome de Estocolmo. Así, procurar perseguir a un supuesto culpable es tan ilusorio como que uno de los 2 acepte la total responsabilidad de lo que pasa. Idioma: De España