Máquinas – Robert OBrian (Compilación Time Life)Mi abuelo, el Henry Ford que hizo conocido el Modelo T y la producción en serie, era una persona que establecía una diferencia absoluta entre trabajar duro y hacer un trabajo duro. Él tenía gran fe en lo primero y poquísima en lo segundo.Su niñez en una granja del siglo XIX le persuadió que los hombres y los caballos hacían mucho trabajo duro que podía y había de ser efectuado a través de máquinas. Fue una convicción que dominó su vida, y esto le ha hecho llegar a lasde este libro de LIFE, que trata de las máquinas que el hombre ha desarrollado para hacer su trabajo más simple.Desde el nacimiento de mi abuelo hace un siglo, las máquinas han transformado la vida rutinaria. Como mismo expresó, «hemos suprimido el trabajo pesado de las espaldas del hombre y lo hemos cargado sobre el ancho espinazo de las máquinas». Mas las máquinas significan considerablemente más para nosotros que el hecho de aligerarnos de nuestra labor diaria. El hecho realmente significativo con respecto a la máquina no es que deje al hombre hacer un trabajo en menos tiempo, sino deje al hombre el generar el doble en un tiempo determinado.Mi abuelo llegó a ocupar un puesto en la historia poniendo en ejecución este término. Probó que el incremento de producción rebajaba el costo de las mercaderías de manera que más gente pudiese adquirirlas. Fue una idea que revolucionó la Revolución Industrial.Incluso en sus días, ciertas personas estaban preocupadas pues las máquinas nos hacían más a nosotros que para nosotros. Mas mi abuelo jamás se preocupó por la posibilidad del exceso de mecanización. «La máquina ha logrado la igualdad presente entre los hombres. Los que critican la máquina están pasados de tendencia. En lugar de menos maquinaria, va a haber más.»El tiempo ha probado esta predicción. Hemos tenido más maquinaria y nos ha proporcionado continuamente una vida mejor y mayor reposo para poder disfrutar de ella. Naturalmente que los tiempos han alterado. Una tecnología de «salto de rana» nos ha proporcionado instrumentos de dificultad y capacidad semejantes que nuevamente vuelve a surgir la pregunta: ¿Esta vez, hemos ido al fin demasiado lejos con nuestras máquinas?Personalmente, prosigo conforme con mi abuelo.Junto con las ventajas que generan, las máquinas de el día de hoy presentan inconvenientes que hay que tomar en consideración. Es esencial que nos preocupemos de resolverlos.Pero con el tiempo, no vamos a poder seguir prosperando, salvo que prosigamos incrementando nuestra productividad, y solo podemos acrecentar nuestra productividad englobando todos y cada uno de los avances en tecnología.Este libro muestra qué lejos ha llegado el hombre al emplear los dones que Dios le ha concedido para progresar sus condiciones de vida. Solo es un atisbo de lo lejos que vamos a poder llegar.Henry Ford II