Ring Lardner, Jr. alcanzó un éxito precoz como argumentista en el deslumbrante Hollywood de finales de los años treinta y principios de los cuarenta. En mil novecientos cuarenta y dos ganó un Óscar por La mujer del año, la primera película del tándem Spencer Tracy / Katharine Hepburn, mas su carrera se truncó en mil novecientos cuarenta y siete cuando la Comisión sobre Actividades Antiamericanas decidió investigar a los sospechosos de militancia marxista en la industria cinematográfica. Lardner fue uno de los diez cineastas que se negaron a capitular frente al celo inquisitorial que asolaba USA (directivos como Herbert Biberman o bien argumentistas como Dalton Trumbo formaban una parte del distinguido conjunto). Condenado en Hollywood, y tras cumplir diez meses como condena por desobedezco al Congreso, se vio forzado a trabajar bajo cuerda para la TV. Tras 2 décadas de oscurantismo, a fines de los sesenta llegó al fin su rehabilitación pública merced a los nuevos vientos que soplaban en el país y en mil novecientos setenta y dos consiguió un segundo Óscar por el guion de la comedia antibelicista MASH que dirigió Robert Altman. Me detestaría cada mañana recorre con mirada irónica (si bien siempre y en toda circunstancia benevolente) el planeta del cine de Norteamérica desde los principios del sonoro hasta las postrimerías del siglo XX; en susse recrean las gloriosas, ridiculas y en ocasiones miserables andaduras de personajes como Louis B. Meyer, Dalton Trumbo, Marlene Dietrich, Katharine Hepburn, Spencer Tracy, Bertolt Brecht, John Huston, Elia Kazan, Darryl F. Zanuck, Otto Preminger, Edward Dmytryk o bien Kirk Douglas. Mas estas memorias son asimismo un ácido testimonio de una temporada dominada por el temor a lo largo de la que un Estado democrático trató de amputar las libertades civiles de sus ciudadanos