Mis gloriosos hermanos. Judea contra Antíoco IV. La lucha por la libertad Howard FastMadrid, Feria del Libro dos mil quince. Me encuentro frente a una caseta con libros de temas, editoriales yautores judíos. Hablo con el librero. Me impacta su cultura. Lo sabe todo sobre el planeta judío. Charlamos de todo lo divino y lo humano (no hay ninguna persona más en la caseta). Al final, le solicito que me aconseje un autor y un libro. No duda. Y me pone este libro en las manos. Leo la contraportada y me lo llevo. Tras leerlo, me percato de que ha atinado de lleno. Gracias, de veras.A modo de introducción, Howard Fast (diecinueve millones ciento cuarenta y 2 mil tres) hace una declaración de intenciones:«Poco más de un siglo y medio ya antes del nacimiento de Cristo, un puñado de labradores judíos se levantó contra los conquistadores siriogriegos que habían ocupado su país.Por espacio de 3 décadas libraron una batalla que, como esmero de resistencia y liberación, prácticamente no tiene paralelo en la historia de la humanidad. Fue, en determinado sentido, la primera lucha moderna por la libertad y estableció una pauta que prosiguieron muchos movimientos siguientes.La historia de los Macabeos, festejada todavía ahora por los judíos de todo el planeta con la festividad de Janucá, o bien Celebración de las Luces, es la que he tratado de contar acá, estimando que en esta temporada trastornada y áspera es útil y preciso rememorar la vieja entereza del género humano.Todo lo que pueda tener de bueno este relato lo debo al pueblo que recorre sus ese fantástico pueblo de la antigüedad que con su religión, sus reglas de vida y su amor a la patria, forjó la magnífica máxima de que la resistencia a la tiranía es la manera más auténtica de la obediencia a Dios.»Efectivamente, esta novela tiene como protagonista al caudillo de la revolución judía Judas Macabeo. Supongo que , inteligente lector, vas a conocer la historia de los Macabeos, contada justamente en el Viejo Testamento en los 2 libros que llevan su nombre (1 y dos Macabeos). Sin embargo, déjame que cuente algo a este respecto.El imperio de Alejandro Magno (trescientos treinta y seis mil trescientos veintitres a.C.) fue como una pesadilla para el Oriente próximo viejo y, particularmente, para Israel. El helenismo, con su cultura, su religiosidad y su visión del planeta, se impuso asimismo en Israel, primero de forma blanda con la dinastía de los Tolomeos, y después de modo fuerte y represivo con los Seleúcidas de Siria, descendientes, como los Tolomeos, de los Diadocos, los generales de Alejandro Magno, cuyo imperio se habían repartido a la muerte de este. Sobre todo con Antíoco IV Epifanes (ciento setenta y cinco mil ciento sesenta y cuatro a.C.), la helenización forzosa de Israel se vuelve opresiva: queda derogada la circuncisión, la Torá deja de ser la ley del Estado judío, el templo es dedicado a Zeus olímpico. Todo esto va a tener como efecto que brote un movimiento de rebelión en los campos, dirigido por Judas. Si lo buscas en las Sagradas Escrituras, lo contado en la novela llegaría hasta 1 Mac nueve, veintidos (la llamada tabla de Judas). El resto de este primer libro está dedicado a Jonatán y a Simón, hermanos de Judas y sucesores en el liderazgo del movimiento de liberación judío. Por determinado, se me olvidaba decir que los 2 libros de los Macabeos están escritos en heleno (de ahí que son deuterocanónicos), y por esta razón los judíos no lo incluyen en la Tanak.Bien, Howard Fast centra su relato en Judas Macabeo, ensalzándolo y presentándolo frente a los suyos como un héroe capaz de organizar y liderar a un pueblo sometido por los impíos, y de reaccionar contra ellos, por el hecho de que la causa judía lo merece. De esta manera, aparece como un modelo a continuar, como un escogido de Dios para liberar al pueblo. No en balde "Macabeo" tiene un tinte profético. En boca de Judas, aparecen oraciones increíbles, semejantes como: "Absolutamente nadie muere ineficazmente o bien fútilmente en la lucha por la libertad del hombre". Y los conduce cara la guerra representando a Dios y de la libertad.Por su parte, los helenistas, viendo el viso que está tomando la batalla, estiman que "no se puede confiar en los judíos; el pensamiento occidental no halla base de comprensión. Todos nuestros conceptos de libertad, dignidad y resposabilidad les son extraños.Los judíos son, por naturaleza, inferiores, pues rechazan lo mejor de la civilización y pareden inútiles de enfrentar los aspectos más elevados de la vida.Los judíos son los contrincantes de la humanidad, pues rechazan, desdeñan y difaman todo cuanto es valioso para el género humano, los dioses de los hombres, las opiniones de los hombres y las costumbres de los hombres.Los judíos forman una amenaza esencial para Roma misma, pues se oponen a la libertad de esclavitud, base de la cultura occidental.Los judíos son los contrincantes del orden, por el hecho de que adoran el desorden y la desobediencia y rinden culto a la resistencia".En fin, novela épica, cargada de un ritmo brutal. La radicalidad y la insistencia son básicas en todo el relato. Mas si deseas conocer este capítulo de la historia del pueblo judío, y saber qué cambia en ellos desde ese instante, esta novela te va a ayudar. Cuando la acabas, comprendes que hay un sentido profundo de ánimo y una mirada puesta en un horizonte de identidad y de libertad que ayuda a superar los baches de la historia, como los sufridos con Antíoco IV, como los sufridos con Hitler. La novela, como afirmamos al comienzo, fue escrita en mil novecientos cuarenta y ocho. Ahora comprendo por qué razón el librero argentino de la Feria del Libro me la aconsejó. En el fondo, es un canto de esperanza. Que la goces