A lo largo de sus usuales visitas a Landrake House, el afable, fino y también irónico cronista Fitz Falconer se apropia de la biblioteca, instala su máquina de redactar y, rodeado de libros y papeles, se deja imbuir del misterio y la belleza de la histórica mansión de su cuñado, lord Landrake, en Cornualles. Viudo de la hermana de Falconer, lord Landrake ha dedicado su vida a cumplir con sus obligaciones como señor de la heredad y a conservar las tradiciones, si bien esto haya supuesto desatender el cuidado de sus hijas, tan necesitadas de cariño. Y si bien haya habido que esconder secretos y desgracias que no deben salir a la luz... Siempre y en toda circunstancia pendiente del progreso y las innovaciones para prosperar su hacienda, tiene sin embargo una visión muy trasnochada de las costumbres y relaciones sociales, y desde entonces halla inaceptable que las mujeres jóvenes pretendan estudiar o bien, peor todavía, trabajar y ganarse la vida.Por eso Fitz no sale de su sorprendo en el momento en que una llamada desde N. York le anuncia que lord Landrake ha contraído nuevamente matrimonio con la conocida actriz Rosina Otway, una preciosa mujer famosa por sus abundantes romances. Mayor sorprendo siente Cleo, la hija de Rosina, joven independiente y emprendedora que trabaja en la ciudad de Londres y a quien le cuesta digerir que su madre desde este momento va a recibir el trato demilady.La ineludible asamblea familiar promete ser como poco desconcertante. Recelos y suspicacias, mentalidades que chocan y secretos que persisten entre las paredes cargadas de historia. Cleo no sabe de qué forma ha terminado ahí, mas la verdad es que, prácticamente sin proponérselo y con la incalculable ayuda de Fitz, poquito a poco descubrirá los misterios ocultos en la mansión y cambiará por siempre la vida de la familia