Fulton Sheen se ganó el título de "Amigo de la Virgen" A Ella se confió desde el principio de su ordenación y a ella dedicó todos y cada uno de los libros que se publicaron con sus pensamientos y catequesis. Su fe era cierta, firme y sólida y en Ella creía hasta llegar a escribir: "La bella aparición de la Virgen Bendita de Fátima, en Portugal, de abril a octubre de mil novecientos diecisiete, fue una comprobación de la tesis rusa: al menos hubiere reconocido el planeta al Salvador, Él nos mandaría a Su Muy santa Madre para salvarnos. Y fue exactamente en exactamente el mismo mes en que reventó la Revolución bolchevique cuando hizo la Virgen su primordial revelación [....] De lo que deseo charlar el día de hoy es de la Danza del Sol, que se comprobó el trece de octubre de mil novecientos diecisiete. Los amantes de la Madre de Nuestro Señor no precisan pruebas ulteriores. Y como los que por desgracia no conocen ni al Uno ni a la Otra van a preferir los testimonios de quienes rechaza, así sea a Dios o bien a Su Madre, presentaré la descripción hecha del fenómeno por el articulista ateo del entonces diario anárquico portugués "O bien Século." Dicho cronista fue uno de los setenta con cero espectadores que observaron el prodigio. Y lo describe así: "Un espectáculo único y también increíble... Puede verse la enorme muchedumbre vuelta al sol, que aparece libre de nubes en pleno mediodía. El astro rey asemeja un disco de plata y se le puede mirar sin molestia alguna... La gente, con la cabeza descubierta y presa de terror, abre los ojos, procurando examinar el azul del cielo. El sol se ha estremecido y hecho unos movimientos bruscos, sin precedentes y fuera de todas y cada una de las leyes cósmicas: Conforme expresión gráfica de los campesinos, "El sol bailaba." Daba vueltas en torno suyo, como una rodancha o bien rueda de juegos artificiales, y llegó prácticamente a abrasar la tierra con sus rayos... Queda para los eficientes opinar sobre la danza macabra ¿Por qué razón se serviría Dios Todopoderoso de la única fuente de luz y de calor imprescindible a la naturaleza para revelarnos el mensaje de la Virgen y también mil novecientos diecisiete, en la terminación de la primera guerra mundial, si no iban a arrepentirse los hombres? Tengo por más seguro que fuera una señal de esperanza y que significase que la Virgen nos asistiría a huir de la perversión de la naturaleza efectuada por el hombre