Cogida por ti Cristina Duran Podría parecer patraña, o bien una historieta en vez de una historia, o bien algo lejano o bien irreal, tal y como si la realidad nada tuviese que ver con los dibujos que aparecen en el cómic, ni los personajes con las personas que andan junto a nosotros, que cogen el metro o bien el autobús al tiempo que lo hacemos y nosotras. Mas os aseguro que la historia de Olivia y Martín es cierto y que sus personajes no vienen de otro planeta ni son producto de la imaginación. Los protagonistas pueden ser cualquiera de los chicos y de las chicas con los que os halláis frecuentemente en el patio o bien en las salas, en la calle o bien en un centro comercial. Gente famosa, chicas que se quedan cogida por chicos que al comienzo son muy simpáticos, mas que después se creen dueños de ellas, que estiman que son suyas, algo que les pertenece… y dejan de ser simpáticos para volverse violentos. En una investigación que se ha hecho desde el Ministerio de Igualdad con chavales y chavalas adolescentes de toda España se ha comprobado que, más o menos, 1 de cada diez chicas refiere haber vivido situaciones de maltrato por la parte de los chicos con los que salían, y que un tanto más, uno con tres de cada diez chicos, reconocen haberlo ejercido sobre sus parejas. Como veis no es tan extraño y está más cerca de lo que pensáis. Quizá creéis que exagero y os preguntéis qué han hecho esos chicos a fin de que concluyamos que han maltratado. Os lo cuento, conforme explican mismos, por poner un ejemplo, les han pegado, les han hecho sentir temor, las han insultado o bien caricaturizado, o bien les han hecho pensar que no valían nada. Asimismo han difundido imágenes suyas o bien mensajes (sms) por el móvil o bien por Internet para ofenderlas o bien humillarlas… entre otras muchas cosas. Como podéis revisar no se trata de ninguna “chiquillada”, todo lo opuesto, son genuinas agresiones que son parte de la violencia que padecen las mujeres, asimismo las más jóvenes. De ahí que es fundamental que conozcáis esta violencia y saber que se presenta envuelta por la normalidad y por lo común, tal y como si fuera algo propio de las relaciones de pareja, o bien por lo menos, de ciertas relaciones de pareja, lo que hace que en vez de ser rechazada sea justificada. Además de esto está muy extendida como habéis comprobado, recordad, ¡prácticamente un diez por ciento de los chicas y de los chicos refieren haberla sufrido y ejercido en alguna ocasión!, y ocurre en cualquier sitio, no penséis en entornos de pobreza, enfrentamientos, consumo de alcohol y drogas,… cualquier chaval la puede ejercer si decide hacerlo, todo depende de su voluntad. Y si esto es de esta manera, ¿os habéis preguntado por qué razón hay tantos chicos que la ejercitan en cualquier sitio? Esa es buena reflexión. Si una misma conducta aparece en circunstancias muy, muy diferentes desea decir que debe haber algo común a todas y cada una , algo que no debe ver con si la familia gana aproximadamente dinero, si tiene aproximadamente cultura, si vive en un distrito o bien en otro,… si fuera producto de unas determinadas circunstancias aparecería ligada a ellas. Mas no lo hace, la violencia contra las mujeres supera todo género de barreras y espacios, trasciende situaciones y entornos para presentarse en cualquier pareja si de este modo lo deciden los atacantes. Todos tienen exactamente las mismas referencias culturales, y cuando hablo de cultura no me refiero a la manifestación cultural en forma de creación artística, de literatura, pintura, música,… sino más bien a los valores que la cultura nos da para organizar nuestra convivencia en la sociedad y a las funciones y papeles que nos asigna como una parte de esas referencias a fin de que seamos “hombres hechos y derechos” y “mujeres de verdad”. Unos valores que nos afirman cosas distintas a chicos y a chicas, y que dejan que ciertos de ellos comprendan que deben supervisar a “su chica” como una parte del compromiso de la relación de pareja, para de esta forma no quedar en mal sitio y que no piensen que son unos calzonazos o bien que los engaña con otros amigos. Y que les señalan a las chicas que cuando “su chico” se pone serio o bien les afirma que no charlen con otros amigos o bien amigas, o bien que se cambie de ropa… lo hacen por amor, pues es receloso y los celos son amor