Mi nombre es Julia y soy la peor hija del planeta. Bueno, por lo menos, la peor hija del país. ¿Que por qué razón? Interesante pregunta. Pues estamos en plenas elecciones, mi padre es aspirante a la presidencia del partido de extrema derecha actual partido en gobierno , y soy una activista de izquierdas... hasta la medula. A mis veintiuno años estudiar un doble grado de derecho público y administración de empresas es solo una bonita testera. Ya sabéis como marcha esto; papá paga los estudios, me lleva en un turismo negro a la universidad y tengo un gorila vigilándome 24/7. Es una lástima que por mis venas corra la sangre de mi madre que divorciada descanse , lo que supone escaparme de mi, ejem, mansión, cada 2 por 3. Lo cierto es que da malísima fama que tu hija salga en primera plana del periódico y prime time de TV... si lo hace luciéndose en manifestaciones de derechas para resguardar los derechos del colectivo LGTB (gay, lesbiano y demás). Mas, ¿sabes qué da más mala fama? ¿Sabes qué le hierve todavía más la sangre a mi padre? Que en la primera plana salga dándole la mano a Carlos, el aspirante a la presidencia del partido de izquierdas. Y acá estoy . Delante de los flashes de la cámara, estrechándole la mano con una media sonrisa, mientras que en el fondo sé que los dos somos un ídolo para el otro. Yo, que a cargo de tener "la vida resuelta" decido concentrar mis sacrificios en boicotear a mi padre. Él, que ha soportado más acusaciones inmotivadas... por lo menos la mayor parte que absolutamente nadie. Conque de nuestras bocas sale la idea de proseguirse "discutiendo ideologías" al finalizar la manifestación. Por la mañana siguiente, comprendo, me he transformado en la ¿amante? del "oponente". Mejor imposible. Conque ahora es cuando tenemos el poder de decir qué hacemos con el país y mi hitleriano padre. Al fin y a la postre, da lo mismo cuantos votos pueda adquirir... no le va a quedar ningún aspirante cuando el planeta sepa que su hijita se tira a la competencia