Ana, hija de don Santiago que es el señor de la torre, se enamora de Martín, el hijo del dueño de la ferrería. Mas Martín se marcha a la Corte, por el hecho de que su madre desea que se refine y olvide los modales de un ferrón. Ana languidece. Ceferina, su criada, padece con el dolor de su ama. ¿Va a ser la solución recurrir a Hilaria, la hechicera, para lograr que Martín regrese? Poco más tarde de las primeras visitas a Hilaria, Ana se convierte y su quebrantado corazón se vuelca en un extraño universo: pocimas, unguentos, bebedizos y como confuso conclusión, los aquelarres. Sin salirse del entorno vasco que notifica su obra y profundizando en él mediante un tema que ha sido actualidad en Vasconia hasta prácticamente ahora, Castresana nos ha dejado un magistral estudio antropológico de un personaje tan propio de esas tierras. La hechicera ha sido siempre y en toda circunstancia poco menos que un ser maligno mas atrayente para el pueblo liso. Por otro lado, la hechicera ha servido muy frecuentemente de chivo expiatorio de pretensiones políticas aproximadamente ocultas acá y fuera de acá. El tipo, por consiguiente, no podía ser más atrayente para un escritor sensible, y de esta forma tenemos una primera aproximación sicológica en Michelet, si bien bastante exageradamente cargada de historicismo y también pretensiones políticorreligiosas. Luis de Castresana, apoyado en los modernos estudios sobre la brujería medieval (en los que resaltan exactamente no pocos estudiosos vascos) ha renunciado a cualquier interés sensacionalista para profundidzar en el ánima desnuda de una mujer del pueblo y, desde pequeña, proseguirla en su evolución cara el abismo del planeta mágico y hasta la desgracia. Está claro que solo un prosista, un artista puede meterse en la piel de un género de personaje tan complejo y discutido como el de la hechicera, como el de quien cree ser hechicera, a quien se atribuyen poderes hechiceriles. De esta forma este libro vale por todo una investigación antropológico. Retrato de una hechicera resultó finalista en el Premio Planeta de mil novecientos setenta