Sakamura, un nipón de la Brigada de Investigaciones Singulares. El inspector Corrales, el guarda civil más incorrecto y también imborrable que haya conocido la literatura. Y la perturbadora Agente sesenta y nueve... En un laberinto de misterios y despropósitos en los que se mezcla la pesquisa delincuente con el carnaval político... Una novela completamente surrealista, en la línea de Lo mejor que le puede pasar a un cruasán. La pareja de estudiosos más hilarante de la literatura. 3 extranjeros fallecidos en la costa Brava; los 3 con una sonrisa en la boca, los 3 rojos como cangrejos... La cuestión parece estar clara para el cabo de la Guarda Civil Rafael Corrales: debe haber sido cosas de medusas, cuyo veneno no afecta al producto nacional. Mas el profesor Zen y también inspector Sakamura, mandado por la Interpol, prefiere esmeradamente ya antes de pronunciarse sobre el tema. Corrales conoce el terreno y la idiosincrasia del paisaje; Sakamura emplea talentos que proceden de una cultura milenaria, y los 2 conforman una pareja de estudiosos más hilarante de la literatura. Mas la entrada de Sakamura en el caso semeja que pone inquietos a los estamentos más esenciales del país: el President procura desentrañar qué sabe el Presidente de esto, y el Lehendakari no desea ser menos, mientras que una célula de los Innombrables desembarca en Cataluña con pretensiones ocultas. Lo que no tiene nada de escondo son los atributos de la agente sesenta y nueve, y en ellos confía totalmente el President a fin de que Sakamura baje la guarda, pierda su concentración Zen, y deje de acercarse arriesgadamente a la máquina del Reconector Neuronal. Una mirada irónica mas nada displiciente a la España actual y a sus protagonistas, completamente absorbente, Tusset despliega un talento magistral en los diálogos, en la caraterización de los personajes, que nos llegan con voluntad de dar mucha guerra