Tecnologías de apoyo para la inclusión – Daniel Zappalá Hoy en día, las tecnologías brindan una esencial fuente de recursos para el acceso a la información y la comunicación, mas en el caso de ciertas discapacidades, brotan contrariedades para usarlas. A fin de que la computadora no se transforme en una nueva barrera para el aprendizaje y la participación, es preciso establecer soluciones para amoldarla a la persona, de forma que sea capaz de emplear, en la medida de lo posible, todos y cada uno de los recursos y programas de forma autónoma. Es desde estas necesidades que se desarrolla el campo de las tecnologías de apoyo o bien tecnologías adaptativas. El avance de estas tecnologías coincide con el tránsito de la educación singular desde un modelo centrado en el déficit caracterizado por el establecimiento de categorías y por etiquetar; resaltando las causas de las contrariedades de aprendizaje y obviando otros factores (Ainscow,1995), hasta la atención a la diversidad centrada en el modelo curricular caracterizado por una escuela comprensiva, con carácter integrador, no etiquetador, que acepta la heterogeneidad y que usa prácticas que respetan la diversidad en un marco de igualdad) (Arnaiz, dos mil tres). Si un sistema educativo desea proveer una educación de calidad con equidad, debe asegurar la futura inserción social de todos y cada uno de los pupilos. Entonces, «si en el curriculum se expresan aquellos aprendizajes considerados esenciales para ser miembro activo en la sociedad, este debe ser el referente de la educación de todos los pupilos, haciendo las adaptaciones que sean precisas y proporcionándoles las ayudas y recursos que les faciliten avanzar en el logro de los aprendizajes en él establecidos» (Marchesi, Coll y Palacios, mil novecientos noventa y nueve). Por consiguiente, las tecnologías de apoyo son recursos para superar las barreras de acceso a las tecnologías es que generan un impacto positivo en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad. Aunque es verdad que la convergencia del lenguaje escrito, de la visual y del sonoro deja el acceso a la información y a la comunicación de diferentes formas, conforme las diferentes necesidades, capacidades y habilidades de cada individuo, se presentan del mismo modo determinadas contrariedades de acceso para ciertas personas con discapacidad. Un caso muy usual es el de personas con baja visión, que precisan acomodar la configuración de pantalla de su monitor para acceder a una lectura funcional de los iconos y de los textos que muestran las ventanas de su sistema operativo