Testimonios sobre conducta sexual, adulterio y divorcio Elena G. de White No fue la pretensión de los compiladores que este libro tuviese una circulación general, sino fuera de beneficio para los administradores y ministros que deben ver con manifestaciones de conducta controvertibles y también inmorales. Muchas de las cartas que se presentan en este volumen fueron dirigidas a ministros que cometieron fallos. Puesto que Elena de White mantuvo una profusa correspondencia con ministros y otros obreros evangélicos, esto no habría de ser una sorpresa. Sin embargo, pese a las faltas y pecados de aquellos a quienes escribió, Elena de White sostuvo siempre y en toda circunstancia una enorme confianza en el ministerio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. A la edad de ochenta y cinco años mandó 2 mensajes a fin de que fuesen leídos en ocasión del congreso de la Asociación General festejado en mil novecientos trece. En el primero aseguró a los encargados presentes: “Si bien es verdad que todavía experimento una ansiedad intensísima debido a la actitud que ciertos están adoptando respecto de medidas esenciales relacionadas con el desarrollo de la causa de Dios en el planeta, tengo una poderosa fe en los obreros de todo el campo, y creo que al reunirse y al vejarse delante del Señor, y reconsagrarse a su servicio, van a ser capacitados para hacer su voluntad”.—Mensajes Distinguidos 2:464. En el segundo y último mensaje, Elena de White declaró: “Cuando no puedo conciliar el sueño, elevo mi corazón en oración a Dios, y me robustece y me da la seguridad de que continúa con sus siervos ministradores acá en este país [EE.UU.] y en los países distantes. Me siento animada y bendecida al entender que el Dios de Israel prosigue conduciendo a su pueblo y que seguirá con él hasta el fin”.—Mensajes Distinguidos 2:470. Estas expresiones de confianza revelan que los inconvenientes morales tratados en las cartas y referidos en este libro no eran generales o bien comunes. Sin embargo, siendo los inconvenientes morales que ocurren en nuestro tiempo afines a los de décadas precedentes, pensamos que muchas de las cartas escritas por Elena de White el pasado siglo, poseen amonestaciones y apelaciones que habrían de ser escuchadas hoy en día. Sobre el empleo de sus cartas, declaró lo siguiente: “Me he empeñado, con la ayuda de Dios, en redactar cartas que puedan ser de ayuda no solo a quienes las he dirigido, sino más bien asimismo a otros muchos que las necesitan”.—Carta setenta y nueve, mil novecientos cinco. La presente colección no tiene por objeto ser un manual de reglas para tratar con la inmoralidad, la infidelidad, el divorcio y el nuevo casamiento sin fundamento bíblico. Ningún manual lograría tratar todas y cada una de las irregularidades morales que puedan ocurrir. Cuando a W. C. White se le solicitó una declaración autorizada de su madre que pudiese servir como una regla sobre la que fundamentarse para tomar resoluciones en los casos de matrimonios formados sin fundamento bíblico, su contestación fue la siguiente: “Luego de haber leído los documentos que le estoy mandando, Ud. va a poder decir que no le he proporcionado nada autorizado de Elena de White que pueda ser una contestación directa sobre el tema. Mas creo que Ud. va a poder apreciar, con lo que le estoy mandando, que no fue la pretensión de la hermana White que procediese de su pluma cosa alguna que pudiese ser empleada como ley o bien regla para tratar los temas relacionados con el matrimonio, el divorcio, el nuevo casamiento o bien el adulterio. Ella sentía que los casos en los que el demonio enmaraña a la gente son tan variados y serios que, si escribiera algo que pudiese ser considerado como regla para tomar resoluciones, podría ser mal interpretado y mal usado”.—Carta de W. C. White a C. P. Bollman, seis de enero de mil novecientos treinta y uno. Estamos totalmente conforme con el punto de vista de Elena de White. Los inconvenientes morales son, generalmente, muy complejos. No se presentan 2 situaciones iguales. Cada una de ellas requerirá una investigación cauteloso y, si bien las diferencias entre un caso y otro sean mínimas, cada situación requerirá una solución particular. El Espíritu habría de ser siempre y en toda circunstancia requerido por quienes deban solucionar inconvenientes morales. Todos y cada uno de los nombres que aparecen en este libro son reales, mas en los casos que se presentan en la séptima sección, los apellidos han sido reemplazados por letras del abecé. Además de esto, los títulos y subtítulos de los episodios han sido sustituidos. Aguardamos y rezamos a fin de que, en pro de un permanente y cauteloso aprendizaje por la parte de la iglesia, el material de esta colección sea una contribución a la elevación del nivel ética de ella, y al tiempo provea bienestar, ánimo y esperanza a aquellos cuyos complejos inconvenientes morales semejan estar alén de soluciones humanas. Fideicomisarios del Patrimonio White Nota de la R.: Los Números pequeños que aparecen en el margen interior de lasindican el sitio donde se comienza la página respectiva en la edición original en inglés, para facilitar la localización de las referencias a este libro en su idioma original