Edward Laffitte nos lleva de paSeo a los confines más oscuros de la naturaleza humana. Desearás parar de leer esta antología de cuentos de horror, mas no vas a poder. Sé testigo de las confesiones que un cirujano plástico hace a su esposa, mientras que está inconsciente en la plancha de su quirófano, a puntito de padecer múltiples cirugías contra su voluntad. Conoce a Mr. Graham, un estadounidense que solo toma mezcal y tiene un gusto excesivo por los vermes del fondo de la botella. Descubre qué tan ido está de veras. Alguien está a puntito de ser intervenido en un centro de salud, mas la anestesia no ocasionó el efecto deseado. Y absolutamente nadie lo escucha. Ángela piensa que el aroma de Román es solo para ella y está presta a retenerlo a toda costa. Si tuvieses un monstruo dentro y tuvieses que batallar una guerra contra ti a fin de que ganase, ¿lo harías? El señor Sombra ha vuelto a aparecer, es más fuerte que jamás y viene por su última víctima. Sin importar un mínimo que tan buena sea nuestra vida ni qué tantos lujos haya a nuestro alrededor, todos podemos vivir un averno. Invocar espíritus jamás debe tomarse a la ligera, jugar no es la palabra adecuada. La insolencia puede ser peligrosísima. Cuando los gatos maúllan tal y como si los estuviesen matando, no lo hacen solo por incordiar, su labor es más alarmante de lo que imaginas. Hay veces en nuestra vida que quisiéramos desaparecer, que nuestros inconvenientes se resolvieran como por arte de birlibirloque, que no tuviésemos que preocuparnos más por nada. El Corruptor te puede asistir. Decir "Te amo" tiene sus consecuencias y prácticamente jamás nos hacemos responsables de ellas. Esta mujer no permitirá que se vuelvan a reiterar esas palabras en balde. Los gemelos la mataron, uno de ellos cuando menos, mas no saben quién. Y la culpa los consumirá hasta el momento en que confiesen su pecado. Manejar fatigado puede ser una tortura si no te detienes a tiempo. Y más con el extraño pasajero, que solo puedes ver por el retrovisor, tratando de persuadirte de que tu vida no vale nada, que es mejor dormir