Web veinte – Antonio Fumero ¿Es preciso continuar publicando libros? Parece claro que escribir textos, dirigidos o bien no a verse publicados en este formato, se ha transformado en una sólida tendencia, basta ver la proliferación de contenidos es que habitan la Red. Asimismo resulta constatable el hecho de que jamás ya antes se han publicado tantos libros. Y pese a ello, el interrogante que abre esta introducción prosigue retumbando en mi cabeza. La contestación semeja afirmativa, especialmente comprobada la afirmación arriba vertida sobre el alto número de novedades que anega las librerías y las bibliotecas. Nuestra experiencia en la Fundación Orange tras la publicación el año pasado del libro sobre la blogosfera hispana nos arrastra a exactamente la misma conclusión. Es la primera vez que hemos reeditado un libro de la Compilación, pese a estar editado bajo licencia Creative Commons (como el que tienen en sus manos, a propósito) y de estar libre en nuestra página desde el día de su presentación. Y no solo eso, sino hemos recibido solicitudes de personas que, habiéndose descargado el libro, nos solicitaban, ciertas de ellas con determinado rubor, un ejemplar. Y es que aun en esta temporada de bites y pixeles hay la necesidad de continuar escribiendo libros, de proseguir publicándolos, de proseguir palpándolos. Si hasta un pintor puede, y ha de ser leído (¿de qué manera comprender si no, por poner un ejemplo, a El Bosco?), de qué forma meditar que no hay lugar para un libro. De ahí la constancia de la Fundación Orange en sostener abiertas una serie de líneas de publicaciones entre aquéllas que se halla la presente edición. Nuevo título, puesto que de la Compilación, que, de alguna forma, eleva el tiro sobre el precedente en el sentido de que pretende englobar un subconjunto de Internet (la página web veinte) que, por su parte, agrupa al de los weblogs. Y es que, alén de etiquetas, la manera de concebir la Red se ha visto de forma profunda perturbada con la aparición de nuevas tecnologías que han propiciado un cambio radical en las rutinas con las que nos pertrechábamos en el momento de navegar. Tanto el “yo” como las Redes Sociales han explosionado de forma paralela, figura geométrica que, por azares del capricho , padece modificaciones de singular relevancia al ver sometidas sus infinitas líneas a profundas intersecciones dando sitio a antojadizos segmentos. Fragmentos que forman reflejos de diferentes realidades, tantas como individuos, tantas como retazos de vida brotan de la fusión, del osmosis, aun de la emulsión de sensibilidades de diferentes densidades. No resulta fácil acercarse a esta realidad de una forma tan pragmática, di vulgativa y fácil como, al unísono, seria, profunda y extraña al tópico. Lasque prosiguen a estas líneas tratan de precisar un marco desde el que discutir tanto el presente como el futuro, en un contexto tan nuevo como supuestamente eventual, si nos hacemos cargo de la velocidad con la que se suceden el día de hoy los hechos que configuran y desconfiguran sin solución de continuidad la realidad rutinaria. El marco sugerido está desarrollado considerando 2 acercamientos complementarios al tema propuesto: por una parte, el enfoque sociotécnico, con un planteamiento que trata de aportar una base ideal y metodológica; por otro, aquel que se aproxima como mucho tangible gracias a una aproximación económica, meridianamente centrada en el campo empresarial. Hemos contado para el primero de ellos con el aparato verbal de Antonio Fumero, probablemente asimismo mismo “la promesa de una visión realizada”, forma que emplea para acotar la página web veinte. La aportación teorética a este enfoque de uno de los escasos líderes de nuestra recién iluminada Sociedad de la Información, como es Fernando Sáenz Vacas, supone un genuino lujo para el libro y para la Fundación Orange. El lado económico lo aborda Genís Roca desde la sencillez del que se ha sorprendido en demasiadas ocasiones y escapa de la artificialidad cibernética, algo más que preciso tratándose del vil dinero. Dirigido tanto a quienes no hayan entendido nada de lo precedente, como a quienes no se han visto sorprendidos por ni siquiera una oración, como a quienes sencillamente deseen poner en lo que estos textos significan, nuestros amigos de Internality plantean un caramelo visual trufado con el indudable sabor del vanguardista. Por último, es de justicia hacer constar nuestro agradecimiento a quienes han dedicado parte de ese apreciado bien que es el tiempo a cooperar con nosotros y, a buen seguro, prosperar nuestro trabajo: José Antonio del Ética, que empujó desde el comienzo la idea del mapa, a mi paisano Fernando Tricas, esmerado medidor de weblogs y buscador de gazapos, y a Enrique Dans, cada días un poco más cerca de ser referencia ineludible de los . A todos , veinte gracias