Yo, Claudio es la novela más famosa de Robert Graves. La historia cuenta la vida de Claudio, cuarto emperador romano, desde su nacimiento hasta el momento en que se transforma en emperador. El relato novela la vida de la familia real de los Césares y expone de qué forma se fueron sucediendo los emperadores. Se centra en los asesinatos y en de qué forma el supuestamente más inofensivo, el tartamudo y el que no contaba para absolutamente nadie se transformó en de los mejores gobernantes que ha tenido la vieja Roma. En Yo, Claudio se pueden querer meridianamente muchas de las costumbres de la temporada y de su cultura, como los dioses, las conquistas de la ciudad de Roma en Bretaña, Germania y Siria, y muchos personajes esenciales de la antiguedad, como Herodes y Jesucristo. Las obras de Implícito, Plutarco y Suetonio sirvieron de base a Robert Graves para redactar una de las novelas históricas más conocidas y apreciadas de todos y cada uno de los tiempos. Presentado como una autobiografía del propio Tiberio Claudio, esta obra recrea los tiempos de la dinastía JulioClaudia y el imperio romano desde el homicidio de Julio César (cuarenta y cuatro a.C.) hasta el de Calígula (cuarenta y uno a.C.), en lo que se transforma en un inexorable retrato de la grandiosidad, la atrocidad y la degeneración de los líderes de la Roma imperial. No obstante, alén de los sucesos, Graves plantea una muy sólida reflexión sobre el enfrentamiento entre la libertad rlicana (encarnada por Augusto y el joven Claudio) y el orden y la estabilidad imperiales (protegido por Livia) que no ha perdido ni un ápice de su vigencia. Basada en el díptico de las novelas de Graves (Yo, Claudio y Claudio el dios y su esposa Mesalina) La BBC generó en mil novecientos setenta y seis una justamente insigne y ejemplar serie televisiva, protagonizada por actores procedentes del teatro shakespeareano (Derek Jacobi, John Hurt, etcétera) y dirigida por Herbert Wise. Consiguió un premio Emmy y tres Bafta y una encuesta de "La Vanguardia", a fines del siglo veinte, la calificó como la mejor serie televisiva del siglo