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Descripcion
Para unos, Philip K. Dick no es más que el nombre de un escritor de ciencia ficción, cuyas obras inspiraron las películas de Blade Runner y Reto Total. Para otros, es uno de los escritores esenciales del siglo veinte. Y, para unos pocos, el agente de una genuina Revelación. Una cuestión obsesiva que ha hecho de su vida anárquica una extraña aventura espiritual: ¿Quién sabe lo que es verdaderamente?, ¿Quién de nosotros puede probar, por poner un ejemplo, que Alemania y el país nipón no ganaron la guerra, que vivimos en la Tierra, que somos hombres, que no estamos fallecidos? En California de los años sesenta, esas mareantes dudas llevaron a Dick a un encuentro con las drogas. Confió en que le darían acceso, alén de los simulacros, a una Realidad Última. Se transformó en un apóstol del LSD, un líder de la contracultura. El hombre en el castillo, Ubik, La penúltima verdad, unas novelas que se mueven en el estrecho filo entre la revelación y la insensatez, fueron la Sagrada Escritura psicodélica para una generación. Entonces el sueño se transformó en pesadilla. El explorador de la conciencia se perdió en el laberinto. En mil novecientos setenta y cuatro, tras los años de vagabundeo espantoso, tuvo una experiencia mística, y hasta el instante de su muerte se preguntó si era un profeta o bien el juguete de una psicosis obsesa, y si existía una diferencia entre los dos. A quien Dios habla ¿oye algo más que su voz?
Opiniones Yo Estoy Vivo Y Vosotros Estais Muertos Emmanuel Carrere