Aprendizaje cooperativo. Una metodología con futuro – Paloma Gavilán Bouzas Es sitio común y tema recurrente, entre profesionales de la enseñanza, compartir las preocupaciones que producen diariamente los centros de educación y finalizar, frecuentemente, lamentándose de lo mal que va la enseñanza, lo ineficaz que es la administración educativa y la poca confianza de la sociedad en los enseñantes. Ciertas de esas tertulias podrían ser llamadas afectuosamente la hora de las lamentaciones. No vamos a cuestionar en bloque la valía de estas críticas al funcionamiento del sistema educativo ni, en consecuencia, la objetividad de los inconvenientes estructurales a que hacen referencia. En el momento en que un colectivo extenso, como el educativo, expresa reiteradamente su insatisfacción frente a una serie de situaciones, algún fundamento objetivo debe haber. Se va a poder discrepar de los matices de la crítica o bien de las pistas de solución sugeridas; mas o las críticas enunciadas son faltas o bien defectos del mismo sistema o bien, por lo menos, se va a tratar de inconvenientes reales de la vida diaria en tanto que son percibidos como semejantes por ciertos de sus agentes primordiales. En los dos casos, semeja lo más adecuado abordar esos aspectos con la seriedad que merecen. Mas hay que reconocer que no todas y cada una de las críticas vertidas o bien el malestar expresado tienen su origen en disfunciones estructurales, aproximadamente objetivas y detectables. Una parte esencial de la crisis o bien del malestar del planeta educativo se halla producido por actitudes pasivas y pesimistas que tienden a producir o bien justificar la inercia y la carencia de inventiva y de entusiasmo. Tampoco se debería ignorar que vivimos en un planeta alterable, que nos demanda amoldarnos a nuevas situaciones y demandas; a veces estamos, poco listos para estos cambios; otras veces, nuestra predisposición es contraria a esas demandas o bien a las transformaciones que demandan. El intento de este libro es acercarse a esta situación de crisis, sobre todo en lo que se nos manifiesta como un extenso abanico de demandas por las que debe adentrarse, día tras día con mayor inventiva, nuestra labor educativa y enseñante. Son múltiples las instituciones y los colectivos de estudiosos que, desde una perspectiva mundial, nos van diseñando ciertas peculiaridades del futuro inmediato: rasgos que nos demandan ser imaginativos para darles contestación. Gran parte de esta labor, como siempre y en toda circunstancia, no va a depender de mejores o bien peores leyes —con ser esto importante—, sino más bien singularmente del empeño creativo de quienes están a pie de obra, en el sala, día tras día, aportando las bases que van a facilitar al estudiantado su inserción edificante y responsable en el planeta de pasado mañana. En una primera parte procuramos describir esas líneas de cuestionamiento y esos rasgos que pueden ir describiendo ya el día de hoy ciertas necesidades, habilidades y competencias más señaladas que van a precisar nuestros pupilos en un futuro aproximadamente próximo. Esto nos facilita —creemos— una perspectiva global desde la que examinar nuestro trabajo diario. El bloque central del libro nos introduce de lleno en un cauce de trabajo que estimamos muy válido para contestar a esos desafíos y orientaciones: el Aprendizaje Cooperativo. El día de hoy, con suma sencillez, en no pocas publicaciones, jornadas y también intervenciones educativas, se identifica este procedimiento con todo cuanto suene a trabajo en grupo, conjuntos de trabajo, escuela inclusiva… Si bien puede haber ciertas líneas comunes que facilitan esta confusión, la identificación de estas estrategias educativas no ayuda a trabajar con la claridad necesaria; es más, puede producir falsas esperanzas y frustraciones. Tras una fundamentación teorética y una aproximación de tipo histórico, se desarrolla con precisión exactamente en qué consiste el Aprendizaje Cooperativo, los elementos que lo integran y las razones en que se apoya. Por último, se aporta de qué forma abordar en el sala este trabajo cooperativo y se incluyen diferentes técnicas para ponerlo en marcha