Padre Soltero: Julio: Podía tenerlo todo, mas podía quedarme sin nada. Todo dependía de Miranda. Mi padre iba a dejarme su imperio millonario en herencia, mas solo si me casaba y me transformaba en un feliz padre de familia. ¿El inconveniente? Ya estuve casado, y ahora soy padre soltero. Solo podía ser peor... si estimamos que Miranda es la mejor amiga de mi ex-. Miranda: Había oído charlar mil veces de los defectos y inconvenientes de Julio. Egocéntrico, creído, mujeriego, infiel y juerguista. No obstante, asimismo oído de sus virtudes y... talentos, la mayor parte de los que incluían sus manos de hierro, sus abdominales para rallar queso y su lengua endiablada. Conque cuando descubrí que me había transformado en su nueva vecina en la vibrante urbe de la ciudad de Nueva York, la primera cosa que deseé es mudarme, escapar de ahí. No deseaba tener nada que ver con él, la larga lista de inconvenientes iba a traerme, o bien la corbata que podía ponerme en el cuello... No obstante, todo cambió en el momento en que me hizo una propuesta... profesional. De pronto me había transformado en su prometida, vendiendo mi ánima al demonio, a cambio de una vida de lujos. Solo había que fingir delante de su padre, mi suegro, a lo largo de unas semanas, y todo estaría hecho. Jugaba con fuego, y podía quemarme, mas una vez con la cuerda al cuello y las manos atadas... ¿qué más daba si empleábamos su corbata para anudarme? Jugando con Fuego: Alicia apareció como llamas en la obscuridad, abrasando mi planeta. Hijo de un peligroso mafioso, el tráfico de armas y las riñas callejeras han formado una parte de mi día tras día. Con solo malas influencias mi vida, todavía no sé de qué manera logré sostenerme lejos de las drogas. Ahora, cuando miro atrás, sencillamente me arrepiento de todo, sintiendo que mi vida jamás fue mía. Mas todo cambió cuando conocí a Alicia. Había quedado con una exexposa de la competencia, vieja amante de mi padre, presto a descubrir sus harapos sucios y hacer que las mafias de la ciudad de Nueva York acabara matándose unas a otras de una vez, permitiéndome escapar de aquella vida de una vez por siempre. Lo que no me aguardaba era, en vez de la examante de mi padre, a su hija. Una veinteañera de curvas peligrosas, mirada de fuego y voz de sirena, sedienta de verguenza y cargando una pistola en el bolso. Según parece, el mafioso de la competencia había descubierto que su exexposa iba a destapar el pastel, y había decidido sepultar las pruebas bajo la alfombra. Jodidos, los cambios que da la vida. Había pasado de abominar a mi padre, y mi vida, a transformar a Victoria en el objeto de mi obsesión. Príncipe y Princesa de mafias contrincantes, herederos del crimen en la ciudad de Nueva York, cayendo en una espiral de autodestrucción. Habituados a lograr siempre y en todo momento lo que deseábamos, devorándonos sin piedad, hasta el momento en que todo el planeta se enteró de nuestros encuentros... Motero Salvaje: Susana había perdido sus sueños. Con una pila de exnovios en su historial, aceptaba que al final no existía ningún príncipe azul. El hombre más próximo a ello, Roberto, desapreció sin dejar indicio hace siete años. Ahora solo le queda una hija, a la que difícilmente puede sostener con su trabajo de camarera en Los Angeles. Sube y agárrate fuerte. Roberto llevaba años desaparecido. Sin saber que Susana, su primer amor, estaba encinta, no tuvo más antídoto que continuar los pasos de su padre y unirse a los Ángeles Negros, un club de motocicletas furtivo conocido por traficar con armas y resguardar negocios locales en frente de otras bandas delincuentes. No obstante, todo cambia cuando aparca su Harley frente al restaurant donde trabajaba Susana y se la halla siendo extorsionada por un matón; dinero o bien destruír el local. Y no mires atrás