El día que las tramas se volvieron locas – Alexandra Estrada Ramírez Es satisfactorio ver cuando los adultos se aproximan al genuino pensamiento del pequeño, a su espontánea conducta que aflora de sentimientos y emociones libres de prejuicios y de miradas; de y cara un planeta adulto usual. Hasta hace poco tiempo ciertos escritores han confundido lo: infantil’ con lo ‘tonto’ cuando escriben cuentos ‘infantiles’. Olvidan que si un adulto es un pequeño que ha crecido, entonces el pequeño ha de ser una persona mayor en potencia. Y ese olvido, que no es otra cosa que una enorme ofensa a los pequeños, provoca el desequilibrio al destacar la idea de lo ingenuo como un término obsoleto y preexistente y no como una producción activa. Presento a los ganadores del Primer Concurso de Cuento Infantil dos mil catorce, organizado por el Centro de Actividades Culturales de la Universidad Autónoma del Estado de México. Alexander Estrada Ramírez, ganador del primer sitio, estudia la Licenciatura en Letras Sudamericanas en la Capacitad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México. Su cuento menciona a los robots, máquinas ya no tan futuristas, con lo que se trata de un relato de ficción con un contexto humanista que pronostica el peligro de dependencia que corremos los humanos con la incontrolada tecnología y un franco apoyo a los libros. Su escritura es diligente y precisa, con lo que ningún pequeño va a poder aburrirse. Martha Grizel Delgado Rodríguez, estudiante de Letras Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México y profesora en Lingüística por la Universidad de Düsseldorf, Alemania. Consiguió el segundo sitio con un cuento que no solo cumple con las reglas del género literario, sino es fenomenal por su congruencia y ritmo, elementos con los que acapara la atención inmediata del lector. El tercer sitio lo consiguió Vanessa Balderas Guadarrama, estudiante de la Licenciatura en Humanidades en la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Cuajimalpa, con su cuento Yaocíhuatil, cuento corto que se desarrolla en la temporada prehispánica. Con gran eficacia, la autora consigue transportar a sus lectores a un México viejo sin que desmerezca su atinada investigación que con gran habilidad la hace alcanzable a los pequeños. Es notable el sentido poético de tal texto. Los 3 libros merecen el premio principal: la difusión de lo que ha de ser el auténtico ‘Cuento Infantil