Grandes cuestiones. Física – Michael Brooks La belleza de la física queda resumida en un simple hecho: un pequeño puede proponer preguntas que ningún maestro puede responder. En verdad, descubrir las «grandes cuestiones» de la física es algo como buscar paja en un pajar. Tratándose de la física, semeja que no existen preguntas pequeñas. Una cuestión o bien experimento supuestamente insignificantes conducen frecuentemente a profundos descubrimientos. Por servirnos de un ejemplo, solo hay un paso desde consultar si las leyes de la física pueden mudar alguna vez, o bien pueden violarse, hasta proponerse si quizás queda espacio para un autor. Y tampoco se detiene ahí la cosa. La física nos afirma que un autor no tiene por qué razón ser divino; podría ser que viviésemos anidados en un número infinito de universos, cada uno de ellos de ellos creado por una especie solo levemente más inteligente que su mayor creación. Aun podemos estar destinados a transformarnos en autores de un cosmos. Con temas tan grandes a mano, no sorprende que los científicos más icónicos de nuestra generación se hayan enfrascado en la física. Albert Einstein se transformó en una celebridad prácticamente de un día para otro cuando su teoría de la relatividad cambió nuestra concepción del cosmos. Universo, el programa de Carl Sagan para la TV, prosigue siendo la serie de mayor audiencia en la T.V. pública. La fría valoración que hizo Richard Feynman de la física latente al desastre del transbordador Challenger descubrió qué poderoso puede ser un buen conocimiento del tema. El trabajo de Stephen Hawking, expuesto en su éxito de ventas Breve historia del tiempo, produjo un ansia de conocimientos científicos en personas que jamás habían pensado en la ciencia. Solo los descubridores del ADN, tal vez, pueden situarse al lado de estos gigantes. Y todavía de este modo, hay que decirlo, la gente tiende asimismo a ahuyentarse frente a la física. Si en una charla casual miento que soy físico de profesión, dicha declaración se halla con una extraña mezcla de admiración y de desconcierto