Guerra y contrariedades de los españoles fue escrito en la ciudad de París entre mil novecientos treinta y nueve y mil novecientos cuarenta para ser publicado este último año, por partes y bajo el título Historia de la guerra en España, en el jornal La Vanguardia de la ciudad de Buenos Aires. La primera cosa que llama la atención es que, pese a la proximidad en el tiempo de los sucesos que cuenta, carece de los odios y resquemores que cabría aguardar en quien había sido protagonista señalado de uno de los bandos. Esa actitud de Zugazagoitia conquista inmediatamente al lector y, además de esto, da una notable verosimilitud a su versión de los hechos. Por poner un ejemplo, ya en las primerassorprende la naturalidad con que describe el traspaso de simpatías de los jóvenes de derecha desde la CEDA cara la Falange, y las analogías de las tácticas de esta última con las de los sindicalistas de la Confederación Nacional de Trabajadores. Julián Zugazagoitia conoció el homicidio de Pelado Sotelo por boca de uno de sus responsables. Concebido como represalia por la muerte el día precedente de un oficial rlicano, Castillo, en el plan se contemplaba asimismo la ejecución de Gil Robles. No hizo falta que esta se consumase a fin de que estallase la guerra, pronosticada con lacónica precisión por Zugazagoitia solamente saber del atentado. Desde ahí se empieza el relato de los sucesos más significativos de la batalla, tal y como se vivieron en la parte rlicana. Combinando por igual apasionamiento y amargura, el cronista se ocupa tanto de los hechos políticos como de los acontencimientos militares. En los primeros, resaltan su paso por la dirección de El Socialista y, ya implicado en el Gobierno, sus singulares relaciones con Prieto y Negrín. Su narración es un testimonio muy valioso de múltiples cuestiones discutidas por los historiadores, como la defensa de Barna, la estampida final tras el Consejo de ministros en Figueras, la renuncia de Azaña, el golpe para derrocar al gobierno del general Casado, las negociaciones para la rendición de la capital de España y muchas otras