Esta novela, que es la continuación de La buena tierra, sigue su razonamiento en Un hogar dividido, que completa la trilogía en que Pearl S. Buck nos presenta la historia de la familia de Wang, el campesino. El conjunto de estas 3 novelas integra una de las creaciones literarias más notables de nuestros días. No es únicamente la historia de Wang y de sus hijos, sino más bien la historia moderna de un enorme y enigmático país, y de la vida de un conjunto humano cuyos perfiles sostienen la fuerza que le prestó una civilización milenaria y llena de interés para los occidentales. El misterio de la China, por consiguiente tiempo sin descifrar, empieza a ser reflejado frente a la mirada del Occidente por la creación de esta eximia prosista de Norteamérica. Desde los días próximos en que la novela titulada La Buena Tierra fue afortunada con el premio Pulitzer, traducida a múltiples idiomas y llevada a la pantalla en una genial versión cinematográfica, el nombre de Pearl S. Buck quedó consagrado entre las primeras figuras de las letras contemporáneas. Después, la concesión del Premio Nóbel de Literatura consolidó de forma decisiva aquella consagración. El día de hoy ofrecemos a nuestros lectores la obra de esta fenomenal prosista, Hijos, que es una visión de la enigmática tierra oriental, un cuadro de vida y de contrastes apasionados, sacado con vivacidad excepcional, y ofrecido con fuertes rasgos humanos, de las enormes y doloridas extensiones de la China inmemorial, sometida el día de hoy a inquietudes dolorosas y profundas. Pearl S. Buck presenta en esta obra, efectuada con la perfección de una madurez literaria, entornos, personajes y acontencimientos que conoce a maravilla, dado a que esta escritora de Norteamérica pasó su infancia y juventud en la China, saliendo de ella solo por breves temporadas