Historia de la ciudad de Roma de Indro Montanelli es la novela ideal para aquel lector que deseé acercarse, sin miramientos, al periodo más emocionante de toda la historia de ese valiente pueblo. Y lo hace mediante pinceladas de humor y de un sentido positivo y entretenido a veces. Como cronista que fue, advierte en el prólogo a los lectores que no va a descubrir nada ni va a aportar nuevas revelaciones, solo aproximar Roma de manera sencilla y cordial, con estilo liso y de forma fácil admisible por la enorme masa de lectores mediante una serie de retratos que alumbran a los protagonistas con una luz más veraz, despojándolos de paramentos ocultos. Y del dicho al hecho. Montanelli logra enganchar al lector por diferentes motivos. Los títulos son atractivos, los episodios son cortos, el estilo es directo y llega simple (no olvidemos que fue cronista) y la información está justamente tratada con ese punto en ocasiones picante, en ocasiones sesgado, mas siempre y en todo momento franco y plano. Verdaderamente, más que una novela, lo que tenemos entre manos es un libro de historia, mas no uno cualquiera, puesto que Montanelli escapa de arquetipos. Nada de datos y referencias insistentes y nada de relatos insulsos. El creador cuenta de qué manera vivieron, de qué forma fueron educados, exactamente en qué creían y de qué manera prosperaron sus ancestros romanos. Explica con amenidad y sin formalismos la historia de leyenda de su fundación, profundizando con sabiduría en los personajes primordiales que marcaron una temporada. Un libro sin más ni más intenciones que las señaladas, mas muy a tono para aprender y conocer grosso modo el planeta romano de la Antiguedad de forma somera, práctica, cómoda y siempre y en toda circunstancia acompañado de una sonrisa