La iglesia remanente Elena G. de White Este folleto, se publica con el propósito de brindar confianza y ánimo a los corazones de todos y cada uno de los que aman a Dios, y que piensan que ha puesto en el planeta, un movimiento que debe proclamar su verdad en los últimos días. Un siglo atrás, brotó un conjunto que predicó la rápida venida de Cristo y declaró que Dios los había generado en cumplimiento de la premonición. Ese movimiento llegó a ser conocido con el nombre de adventistas del séptimo día, y desde su inicio manifestó una pujanza notable. Lo que es más significativo, las doctrinas propias predicadas por los adventistas, han ganado fuerza y vigencia crecientes, conforme los años han ido pasando. Hubo un tiempo cuando el planeta se rió de la más propia de sus enseñanzas, la doctrina de que el fin del planeta se estaba acercando. Absolutamente nadie se ríe el día de hoy. En vez de eso, los hombres en todo sitio, charlan de manera extraña como los adventistas, respecto a este tema. Nuestra enseñanza sobre el sábado de Dios, ha ganado nueva fuerza con cada década que pasa, pues el sábado aparece ahora como la enorme señal y la marca del hombre, que no tiene parte en la apostasía moderna cuyo origen es la teoría de la evolución. Nuestra enseñanza sobre la naturaleza del hombre y el estado de los fallecidos gana nueva fuerza, como un baluarte contra los engaños del espiritismo. Y de este modo, podemos seguir contando las verdades esenciales que distinguen al movimiento conocido como adventista del séptimo día. Las pruebas de que sus enseñanzas son verdaderas, y proceden de Dios son cada días un poco más evidentes. Difícilmente podría cuestionar esto, alguien que haya disfrutado de la comunión de este movimiento. Mas, por extraño que parezca, ciertos han salido de entre nosotros, no pues piensan que las verdades propias son falsas, sino más bien, pues aseveran que Dios ha rechazado al cuerpo organizado, cuya sede está en Washington, D.C. y les ha dado a ellos la comisión de reunir fuera de la iglesia, en una nueva organización, a todos y cada uno de los francos de corazón que desean estar listos para el día del Señor. Piensan que alguna vez anteriormente, el movimiento adventista perdió el favor de Dios y, en consecuencia, ha sido rechazado por él. ¿De qué forma lo saben? Su contestación es que el espíritu de premonición, de este modo lo declara. Mas, ¿es cierto? Este folleto da contestación a esa pregunta vital. La Sra. Elena G. de White ha escrito sobre este aspecto del movimiento de Dios, en un lenguaje claro y también indudable. Lassiguientes poseen suficiente material procedente de su pluma para aclarar, fuera de toda duda, si Dios está guiando el día de hoy, al mismo pueblo que guió por un siglo, y si proseguirá guiándolo cara su glorioso triunfo. Lo invitamos a leer y sentirse inspirado. El fundamento de Dios está firme. Los editores