La Sonrisa Etrusca Jose Luis SampedroLa sonrisa etrusca es una historia amorosa, si bien escapa de todo género de romanticismos vacíos, cosa que se agradece si no se es fan de Danielle Steel, Nora Roberts o bien Corín Tellado. El protagonista es un viejo partisano calabrés , en la fase final de su vida. Sufre un cáncer, y es siendo consciente de que su tiempo se acaba; decide salir de su pequeño pueblo para irse a vivir a la urbe con su hijo, su nuera y su nieto, mas lo hace obligado por las circunstancias.El protagonista es un personaje poco frecuente. Salvatore Roncone, alias Bruno, es un hombre fuerte como una montaña, que en su juventud se tomaba la vida a grandes tragos y se comía el planeta a mordiscos. Mas si bien conserva su fuerza ética y bravura, es un anciano y la vida se le termina. Y todavía de este modo va a tener tiempo de aprender muchas cosas sobre el cariño y la ternura, sobre los diferentes géneros de amor: El amor de abuelo, sobretodo, mas asimismo el amor cara una mujer, cara su hijo y cara sus amigos.Lo primero que resalta en el libro es la fuerza de su protagonista. Ese hombre duro y rural, gruñón que pone protestas a todo y a quien, poquito a poco, el lector le toma cariño adivinando un retrogusto cariñoso en el tono de sus protestas. Un hombre que presenta su fortaleza al enfrentarse con el tema de la enfermedad y la muerte. Solo el pequeño Bruno logra sacarlo de su aislamiento sensible para lograr conectar con él y hacerlo reflexionar sobre los sentimientos cara las personas que lo rodean. La primera conexión viene por el nombre del nieto, Bruno, que es el viejo nombre de partisano de nuestro protagonista, que participa extrañado a la vida que llevan su hijo y su nuera.Es imposible no conmoverse leyendo este libro, y eso que escapa de todo género de ñoñerías. O bien tal vez exactamente de ahí que. Es bien interesante conocer el pasado del viejo partisano, lleno de acción y aventuras, y ver la increíble evolución que prosigue a lo largo del libro; prosigue siendo igualmente valiente y aguerrido que en su juventud, mas entiende que el amor puede interpretarse de una manera considerablemente más profunda y también intensa de la que hacía de joven, y se esmerará por resguardar y educar a su nieto todo cuanto ha de saber, si bien el pequeño asimismo le va a enseñar al abuelo ciertas lecciones más esenciales de la vida. Sampedro nos enseña en esta obra su profundo conocimiento del humano y su envidiable inclinación cara la ternura y la serenidad. Nos devuelve, con un estilo sobrio a veces y en otras,divertido, lo que de veras importa: el amor, la entrega, la pasión y la muerte