"Submarinos utilizados. Adquiero y vendo." Con este anuncio, aparecido en el Piccolo Banditore el veintiseis de octubre de mil novecientos sesenta y tres, arranca la novela. No es una invención, se publicó de veras. Quien lo puso fue un maestro triestino, coleccionista obsesivo de armas y de todo género de parafernalia bélica. En él se ha inspirado Claudio Magris para edificar esta narración hipnótica y también inquietante que arranca con un hombre empeñado en montar un "MuSeo total de la Guerra para la llegada de la Paz y la desactivación de la Historia". Al lado del maestro que lo ha concebido, aparece otro personaje central, el de Luisa, hija de una judía deportada y de un sargento afroamericano. Ella va a ser la responsable de poner a punto ese muSeo, cuyas salas amontonarán objetos que cuentan historias. Y de esta manera, en esta novela que contiene muchos relatos, van surgiendo la Risiera di San Sabba, en la periferia de Trieste, que fue el único campo de exterminio nacionalsocialista que existió en Italia; el homicidio de Heydrich en Praga a manos de la resistencia checa; la trata de esclavos africanos; la peripecia del soldado alemán ejecutado por la Wehrmacht por negarse a disparar contra la población civil polaca; los zapatos de un partisano esloveno; la violencia en la América colonial; la celebración del último aniversario de Hitler en el castillo de Miramare... Y de fondo Trieste, urbe fronteriza, mezcla de etnias y etnias, transformada tras la guerra en el experimento del Territorio Libre de Trieste... Magris ha escrito una novela espectacular que rompe los moldes más apergaminados del género y muestra de nuevo el alcance de su ambición literaria. Una novela sobre la capacidad del humano para producir horror, mas asimismo sobre la necesidad de la memoria, del amor y del combate épico o bien rutinario contra la barbarie