Sicología – Fabiana Saavedra DíazLa sicología ha atravesado un largo camino desde sus orígenes, con Platón y Aristóteles, hasta ingresar al siglo XIX como ciencia, merced a los aportes de Wilhelm Wund, William James, Iván Pavlov, entre otros muchos señalados estudiosos y científicos que prestigiaron a esta rama del conocimiento al alumbrar la busca sobre el comprensión humano y su percepción como ser único y social en la naturaleza.La sicología es, en la actualidad, dueña de una evidente firmeza teorética y un extenso campo de estudio, debido eminentemente a su carác­ter interdisciplinario, el que no ha podido eludir la incorporación de estudios seudocientíficos. Pese a ello, la sicología superó un inconveniente de «identidad» en lo referente a su objeto de estudio.Para Aristóteles, el objeto de estudio del humano era la psique, con él se creó la sicología como ciencia filosófica; su tratado Perl Psyches (Sobre el ánima) fue punto de inicio para esta disciplina. Este pensador sentó pilares válidos hoy día por lo que respecta a de qué manera se adquiere el conoci­miento.No obstante, en los siglos siguientes, los nuevos conceptos cien­tíficos planteaban que los objetos de estudio fueran observables y que las investigaciones apliquen el procedimiento científico. La llegada de modernas propuestas, influidas por las teorías darwinianas de la evolución, de­terminó un nuevo giro en la sicología. El conductismo cobra relevancia, la conducta se transforma en nuevo objeto de estudio; esto, por su parte, lleva consigo un enorme costo, una visión muy sesgada que limita al sicólogo a un análisis de los hechos, impidiéndole ver al hombre como alguien capaz de actuar en el devenir histórico, y tener en cuenta la dificultad de su vida mental.El siglo veintiuno vio evolucionar de nuevo a la sicología y a su objeto de estudio, merced a avances científicos y tecnológicos como la informáti­ca. La sicología cognitiva nace bajo un nuevo fantasma, hunde sus raíces en el estudio de los procesos mentales para investigar la conducta, lo que le da un nuevo horizonte al que dirigir sus sacrificios