Relaciones de pareja. Desarrollo personal y laboral La relación de pareja es un intercambio progresivo entre 2 personas, la base de la dicha está en que ese intercambio sea equilibrado y positivo. A través de ella se puede descubrir de nuevo y compartir el amor al probar confianza, entendimiento, gentileza, unidad, aceptación, entre otros muchos. Vivir en pareja no es nada fácil si se tiene presente que sobre ella revierten los inconvenientes rutinarios. El trabajo, el agobio y la rutina a ve­ces hacen que la pareja deje de gozar de sus instantes libres. Para prosperar la relación de pareja se debe comenzar por compartir ac­tividades que son agradables para los 2, de este modo se hace más estable y satisfactoria una relación, contrarrestando de esta forma los sinsabo­res de día tras día y ayudando a que la rutina no destroce la pareja. El presente folleto le ofrecerá ciertos consejos sobre de qué manera me­jorar la comunicación con su pareja, para conseguir una relación más es­table y gratificante. Unión y también independencia Las personas nos discutimos entre 2 necesidades supuestamente contradictorias: la de unirnos a otra persona y la de sentirnos inde­pendientes. Comprometerse es localizar el equilibrio entre las dos, aportar a una relación una serie de cualidades que reflejan el deSeo de continuar en ella. La mayor parte de personas son capaces de comprometerse y de estable­cer relaciones estables y durables, al tiempo que otras, relacionan es­te compromiso con la pérdida de libertad. Se debe tener en cuenta que la pareja como tal precisa de un tiem­po libre para promover la relación, mas asimismo cada uno de ellos de sus miembros precisa un espacio para desarrollar actividades que sean de su agrado. Acá reside uno de los inconvenientes de muchas parejas, puesto que hay personas que no entienden que su pareja puede disfru­tar sin él o bien . Géneros de parejas Las impulsivas: discuten continuamente y las riñas se han transformado en un hábito, puesto que de cualquier tema producen un pro­blema. Chillan y se desdeñan en sus disputas y acaban reconcilián­dose de una forma tan pasional como sus discusiones que duran días. Las elusivas: tienen temor a los enfrentamientos y ocultan los senti­mientos negativos. Fingen normalidad cuando algo les molesta y de esta manera amontonan resquemor. Ninguno afirma verdaderamente lo que piensa, o bien de­sea, por temor a producir una disputa. Así, acaban por no conocerse el uno al otro, en su obsesión por mostrarse diariamente agradables el uno al otro. Las constructivas: son parejas sin temor a discutir puesto que admi­ten que es el único modo de llegar a pactos conciliadores. En sus discusiones no olvidan apostar por los diálogos ya antes que por la pe­lea. En esta clase de parejas existe más tensión que en las elusivas, pe­ro asimismo más emoción, diversión y, lógicamente, más calor huma­no