Desde el comienzo de los tiempos, el humano ha sufrido con la enfer­medad y esto le ha llevado a buscar antídoto por medio de diferentes figuras que administraban soluciones para recobrar la salud. En un comienzo eran los sanaderos, chamanes y hechiceros quienes se ocupaban de esta tarea. Eran una mezcla de sanadores, magos y sacer­dotes, que se ocupaban esencialmente de sanar heridas y “reparar” lesiones traumatológicas a través de plantas medicinales, inmovilizacio­nes toscas y también invocación de espíritus. Con el avance de la ciencia y los conocimientos técnicos, nace la figura del médico, encargada de diagnosticar el origen del mal y prescribir antídotos para las diferentes enfermedades. Por otra parte, ya desde viejo brota la figura de la persona que adminis­tra cuidados, base de la que derivarían 2 profesiones que en la actuali­dad se complementan para lograr el bienestar de nuestra población, tanto la enferma como la sana: la/el enfermera/o (DUE) y la/el socorrer de enfermería (TCAE). : Unidad 1. Salud y enfermedad. El socorrer de enfermeríaUnidad dos. Células y tejidosUnidad tres. Higiene y aSeo del pacienteUnidad cuatro. Sistema osteomuscularUnidad cinco. Úlceras por presión (UPP)Unidad seis. Aparato cardiorrespiratorioUnidad siete. Las incesantes vitalesUnidad ocho. Hojas de registro. Gráficas de hospitalizaciónUnidad nueve. Cuidados respiratoriosUnidad diez. Aparato urinarioUnidad once. Aparato digestivoUnidad doce. Nutrición y dietéticaUnidad trece. Aparato genital masculino y femeninoUnidad catorce. Cuidados del recién nacidoUnidad quince. El ancianoUnidad dieciseis. El paciente terminalUnidad diecisiete. Procedimientos diagnósticosUnidad dieciocho. Cuidados al paciente quirúrgicoUnidad diecinueve. Terapéutica farmacéuticaUnidad veinte. Termoterapia, crioterapia y también hidroterapiaUnidad veintiuno. Primeros auxilios