La producción de "restos humanos" o bien, para ser más precisos, las poblaciones "innecesarias" de emigrantes, asilados y demás parias es una consecuencia ineludible de la modernización. Y asimismo se trata de un inevitable efecto secundario del progreso económico y la busca de orden, propios de la modernidad. Mientras que vastas zonas del planeta continuaron total o bien parcialmente al lado de la modernización, el resto sociedades las veían como zonas capaces de absorber el sobrante de población de los "países desarrollados". Se procuraban y se encontraban de forma temporal soluciones globales a los inconvenientes de superpoblación producidos de forma local. Mas, conforme la modernización ha ido alcanzando las áreas más recónditas del planeta, se ha generado un sinnúmero de "población innecesaria", y ahora son todas y cada una de las zonas las que deben cargar con las consecuencias.. Por tanto, nos encaramos a la necesidad de buscar soluciones locales a inconvenientes producidos globalmente. La propagación global de la modernidad ha dado sitio a un número poco a poco más elevado de humanos que se hallan privados de medios convenientes de subsistencia, y al unísono el planeta se queda sin lugares donde situarlos. De ahí las nuevas inquietudes sobre los "inmigrantes" y los que solicitan "asilo", como la relevancia creciente del papel que desempeñan los difusos "miedos relativos a la seguridad" en la agenda política moderna. Con la brillantez que caracteriza a su autor, este nuevo libro de Zygmunt Bauman desentraña el impacto de esta transformación sobre la cultura y la política contemporáneas, y muestra que el inconveniente de hacer en frente de los "restos humanos" brinda una clave para entender ciertas particularidades, en cuanto al resto desconcertantes, de nuestra vida en común, desde las estrategias de dominación global hasta los aspectos más íntimos de las relaciones humanas