Y Entonces Naci Yo Miguel GilaUno espera hallar humor en un libro firmado por el profesor de maestros. Y algo hay !!. Mas no es un libro cómico; que no nos distraiga el título. Solo el principio de esta biografía , solo las diez primerasson una broma de Gila. El resto del libro es coraje en estado puro. La vida de un luchador que el destino se le puso pero cuesta arriba que AlpeduHez. La historia de Gila había de ser contada, y quién mejor para hacerlo que exactamente el mismo. Verdaderamente bien escrito, y con su toque de humor surrealista la lectura se hace entretenida si bien haya muchos instantes en los que piensas “menos mal que nací después”. gracias Gila. eres el más grande !!PD. por regalo de mis progenitores hace muuuchos años, al aprobar en el Instituo (el BUP ) tuve la ocasión de ver a Gila en riguroso directo. Recuerdo que fueron 2 de las horas más amenas de mi vida. Indudablemente.mis marcadores sobre este libro.… entre ellos La Pasionaria, habían escapado al extranjero, recordé aquella oración suya que decía: “Es mejor fallecer de pie que vivir de rodillas”, y pensé por qué razón, no únicamente sino más bien todos y cada uno de los que se habían ido al exilio, no se habían quedado ni a fallecer de pie ni a vivir de rodillas. Para mí, aquello era tal y como si me hubiesen traicionadoYo he recorrido a pie el camino gris de la vulgaridad y he sentido el cansanciode no ser. He pasado sobre aquellos que, no teniendo valor para llegar al final,se tumbaron a dormir su cobardía, arropándose con los arrapos incoloros de lo simple.He luchado noches enteras con el sueño y la fatiga y he vencido la incultura, quesabiendo de mi humilde cuna trataba de clavar su garra en mi cerebro.He llegado al final de este camino y he penetrado en el val donde, escrito encada puesta de sol, está el nombre de los que fueron algo.Si al parar de ser materia y desamparar este val, no consigo que mi nombre seescriba al lado del suyo, por lo menos me voy a ir con la satisfacción de saber quiénes fueron yhaberles comprendidoHasta que no superé la barrera de los sesenta jamás he sido capaz deenfrentarme de forma directa con algún compromiso no deseado. Me ha costado muchosaños aprender a decir no y a que en el momento en que me preguntan: “¿Por qué¿”, contestar: “Porque no”