La expresión «Psicología Social Aplicada» se empezó a usar con timidez cara los años setenta del siglo pasado y se ha ido asentando poquito a poco hasta lograr ser admitida por la mayoría de los practicantes de la disciplina (véase el segundo capítulo de este volumen). De este modo lo pone de manifiesto el gran número de monografías con este título, desde la primera de la que se tiene nueva, la de Deutsch y Hornstein (mil novecientos setenta y cinco) hasta las más recientes de Sadava y McCreary (mil novecientos noventa y siete) y de Schultz y Oskamp (dos mil), pasando por las de Oskamp (mil novecientos ochenta y cuatro), Rodrígues (mil novecientos ochenta y tres) y Semin y Fiedler (mil novecientos noventa y seis). A lo largo de 4 años sucesivos Bickman (mil novecientos ochenta, mil novecientos ochenta y uno, mil novecientos ochenta y dos, mil novecientos ochenta y tres) editó otros tantos Annuals de Sicología Social Aplicada. Las aplicaciones tampoco han estado ausentes de las diferentes ediciones del Handbook: la segunda le dedicó un volumen entero, el quinto (véase Lindzey y Aronson, mil novecientos sesenta y nueve); y la tercera, un capítulo concreto, el de Rodin (mil novecientos ochenta y cinco). Todo ello ha llevado a muchos autores de manuales propedéuticos a incluir episodios dedicados a la aplicación, como reconocimiento de la relevancia de esta cuestión. Merece la pena refererir entre ellos los de Schneider (mil novecientos setenta y seis), Baron y Byrne (mil novecientos noventa y siete), Sapsford y cooperadores (mil novecientos noventa y ocho), y Myers (mil novecientos noventa y nueve), entre otros muchos. A pesar de ello, la expresión encierra buenas dosis de vaguedad. De este modo lo pone de manifiesto el segundo capítulo de este volumen, donde se exploran en profundidad sus distintos usos y significados. Exactamente en qué consiste, precisamente, la Sicología Social Aplicada ha sido, y prosigue siendo, objeto de fuerte polémica y discute. En esta introducción, y durante todo el libro, se puede revisar que existen múltiples concepciones de lo «aplicado», no todas y cada una compatibles entre sí. A ello hay que agregar algo que con mucha frecuencia no se tiene en cuenta: muchas formas de «aplicación», a la perfección lícitas y eficientes, no son psicosociales, o sea, caen fuera del campo y de los intereses de la Sicología Social. Capturar el genuino significado de la expresión «Psicología Social Aplicada» pasa por reconocer que lo aplicado remite a lo psicosocial y al contrario, que las dos dimensiones se funden en un bloque y son inseparables. De lo contrario, la expresión queda deformada y no tiene sentido. : IntroducciónCapítulo 1. La base: Sicología SocialCapítulo dos. Sicología Social AplicadaCapítulo tres. La teoría: Inconvenientes sociales, desarrollo Humano y social, cambio socialCapítulo cuatro. El método: Utilización de conocimiento, evaluación y también intervenciónCapítulo cinco. La práctica: Rol y moral ReferenciasAbreviaturas usadas